Discípulo= Cristiano= Adorador de Jesús.
La Biblia dice que fue en un lugar llamado Antioquía donde se le llamó por primera vez a los seguidores de Cristo con el nombre de cristianos. Esto lo vemos en el libro de Hechos 11:26: “…Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó ‘cristianos’ por primera vez.” Lo que está claro es que no fueron los mismos cristianos los que se llamaron a sí mismos con ese nombre. Este fue un sobrenombre que les pusieron otros que no eran seguidores de Jesús a los discípulos con una connotación negativa y sarcástica (1ª Pedro 4:16; Hechos 26:28).
¿Quiénes les pusieron este nombre? “Los judíos que negaron que Jesús fuera el Cristo (el Mesías) jamás hubieran llamado cristianos a los creyentes, así que los llamaron nazarenos (Hechos 24:5)”.[1] Se dice que Antioquía era la tercera ciudad en importancia del Imperio Romano, después de Roma y Alejandría. Y era una ciudad compuesta en su mayoría por romanos. Pero que también tenía habitantes griegos, sirios y judíos. Los romanos por años habían practicado la religión imperial, es decir, adoraban al emperador romano y al estado de Roma como a un dios. Los adoradores del Cesar eran llamados “los kaisarianos”. Kaisar era el emperador romano. Y la terminación latina “ianós” significaba esclavo (de una familia importante en Roma) y unido con la palabra káiser significaba “partidario del Kaisar, persona que pertenece al Kaisar, adorador del cesar”[2]. El mundo pagano desde el comienzo notó que los cristianos decían ser seguidores de otro rey que no era el emperador (Hechos 17:6-7). Los paganos al ver que los seguidores de Cristo adoraban a su propio rey galileo, entonces, fueron ellos quienes los llamaron cristianós (que es una palabra que se usó siguiendo el estilo romano) y los discípulos de Cristo, al principio no tanto, pero después felices, adoptaron ese nombre como propio. Era un término despectivo y terminó siendo usado por ellos con orgullo y dignidad. Significaba algo así para los romanos: “Ustedes son los adoradores de un galileo que fue muerto en una cruz por nosotros los romanos”. Y terminó siendo aceptado del siguiente modo y con el siguiente significado por los discípulos: “Sí, adoramos a un galileo que fue muerto y traspasado por ustedes. Pero finalmente resucitó, venciendo la muerte y el sepulcro. Y hoy está reinando en el cielo y en la tierra. Incluso sobre el emperador romano”. Solo un discípulo de Cristo es un cristiano, y un cristiano es un adorador de Jesús y esclavo, por amor, a su servicio. Mateo 28:9 y 16-17; Lucas 24:51-53.
Un escritor satírico de Roma llamado Luciano de Samasota escribió lo siguiente sobre los primeros cristianos en su escrito llamado: “La muerte del peregrino”. Y dice lo siguiente:
“Los cristianos, sabes, adoran hasta ahora a un hombre: el distinguido personaje que introdujo sus novedosos ritos, y que fue crucificado por eso… Ves, estas desorientadas criaturas empiezan por el convencimiento general de que son inmortales, lo que explica su desprecio por la muerte y su voluntaria consagración, tan comunes entre ellos. Además, su legislador original les imprimió la noción de que todos son hermanos desde el momento que se convierten – y niegan a los dioses de Grecia –, y adoran al sabio crucificado –viviendo según las leyes de este. Todo eso lo toman con mucha fe resultando de ello que desdeñan todos los bienes del mundo por igual, considerándolos como propiedad común”.[3]
Para cualquier pagano en la antigüedad era claro lo que para muchos cristianos en la actualidad es desconocido: “Los cristianos del primer siglo eran adoradores del sabio crucificado”. Los cristianos reconocían a Jesús como verdadero Dios venido en cuerpo humano y como tal lo adoraban. Y era tan evidente ante los ojos del mundo esta relación de adoración que tenían los discípulos con Jesús, que los mismos paganos los llamaron “cristianós” (Los adoradores del otro rey llamado Cristo).
Conclusión: Cristo para el discípulo no es solo el ejemplo de vida a seguir. Si no que es su vida misma. Es el todo de la vida del cristiano. Si el hombre no se somete a Cristo como su Señor y su Dios, si no vive para él (2ª Cor. 5:14-15; Filp. 1:19-21, Col. 3:4), y si no recibe de él toda su vida, salvación y esperanza, entonces el tal cristiano no merece ser llamado cristiano, por muy buen imitador que pretenda ser. Nombre cuyo origen significa un adorador de Jesús.
¿Eres un cristiano… eres un adorador de Jesús?
[1] Eugene E. Carpenter y Philip W. Comfort, Glosario Holman de Términos Bíblicos (The Livingstone Corporation, 2005), p. 255.
[2]Witness Lee, comentario al pié de la página sobre 1ª de Pedro 4:16, El Nuevo Testamento Versión Recobro (Anaheim, California: Living Stream Ministry, 1994), p. 1162.
[3] Norman geisler. Ron Brooks, Apologética (Colombia: Editorial Unilit, 1995), p. 246.
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